Durante siglos, el sector de los seguros ha funcionado con un modelo de negocio relativamente sencillo: los datos se utilizan para determinar los riesgos y suscribir las pólizas, y las primas se fijan en función de la gravedad y la probabilidad de esos riesgos. Sin embargo, en un mundo en el que el cambio climático afecta a nuestras vidas a diario, este enfoque ya no es suficiente.
El hecho es que los impactos físicos del...