Estadísticas clave:
Ruanda es uno de los países más densamente poblados de África continental, con una población de 13 millones de habitantes, y con una alta inclusión financiera, existe un importante potencial para el desarrollo de los microseguros inclusivos.
Aunque Ruanda tiene actualmente una baja penetración de los seguros y un sector asegurador subdesarrollado, existe una fuerte voluntad política de aprovechar los principales logros alcanzados hasta la fecha en torno a la inclusión financiera y la cobertura de los seguros de salud, que proporcionan una sólida plataforma sobre la que desarrollar los seguros inclusivos, en particular entre los segmentos de bajos ingresos de la población.
Gestionar los retos socioeconómicos
Actualmente clasificado como país de renta baja, Ruanda aspira a convertirse en un país de renta media en 2035 y de renta alta en 2050.
La población del país, de 13 millones de habitantes, vive predominantemente en zonas rurales y Ruanda tiene una de las poblaciones más jóvenes del mundo: la mitad tiene menos de 20 años, mientras que la edad media mundial es de 31 años. La economía ruandesa es abrumadoramente rural y depende en gran medida de la agricultura; fuera de ésta, los principales sectores son la energía, el comercio y la hostelería, y los servicios financieros. El fuerte crecimiento del sector de los servicios en la última década, sobre todo en la construcción y el turismo, ha contribuido al crecimiento económico general. La relación entre el empleo y la población se sitúa justo por debajo del 50%, con una proporción mayor en las zonas urbanas.
Con el apoyo del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, Ruanda ha progresado con importantes reformas económicas y estructurales y ha mantenido sus tasas de crecimiento económico durante la última década hasta que los impactos del COVID-19 amenazaron con invertir la tendencia. Ruanda estaba en pleno auge económico antes de la pandemia, pero el PIB cayó en 2020, la primera recesión desde 1994. El país logró una fuerte recuperación económica en 2021, pero los niveles de desempleo siguieron deteriorándose.
El impulso de la reducción de la pobreza se ha debilitado en los últimos años, lo que aumenta la urgencia de las estrategias de inversión pública para lograr una asignación más eficiente de los recursos dirigidos a proyectos críticos para una recuperación económica amplia e inclusiva después de la pandemia.
Exposición al riesgo
Ruanda es extremadamente vulnerable al cambio climático y se espera que aumente la frecuencia de las sequías e inundaciones. Esto afectará inevitablemente al acceso al agua, que es esencial para una población creciente y urbanizada, además de repercutir en la seguridad alimentaria dada la importancia de la agricultura.
Para mitigar estos riesgos, el gobierno adoptó en 2011 la Estrategia de Crecimiento Verde y Resiliencia Climática y en 2012 creó también un Fondo para el Medio Ambiente y el Clima que proporciona apoyo técnico, subvenciones y líneas de crédito a proyectos relacionados con la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. Además, el Gobierno puso en marcha en 2019 el Plan Nacional de Seguros Agrícolas, un plan subvencionado, en colaboración con aseguradoras privadas, para proteger a los pequeños agricultores contra el riesgo climático y el impacto de las enfermedades en los cultivos y el ganado.
La protección social en Ruanda incluye regímenes de seguridad social con opciones obligatorias y voluntarias; subsidios al seguro de salud y regímenes no contributivos para poblaciones vulnerables; seguro de maternidad; asistencia social a corto plazo en caso de desastres o necesidades puntuales; servicios de atención social; y apoyo a los medios de vida y al empleo.
Facilitar el desarrollo de un mercado de seguros inclusivo
Aunque la penetración de los seguros en Ruanda sigue siendo muy baja -sobre todo en las zonas rurales del país, donde la agricultura es el sector principal-, la elevada tasa de inclusión financiera representa una oportunidad alentadora para el desarrollo de los microseguros.
Por lo tanto, es vital que las asociaciones público-privadas y los socios de desarrollo trabajen en conjunto para impulsar un cambio significativo - con un fuerte énfasis en el plazo inmediato en las actividades de sensibilización y los programas de educación financiera, así como el aprovechamiento del éxito de iniciativas como el Plan Nacional de Seguros Agrícolas.
Esperamos que disfruten de la lectura de esta nota informativa y, como siempre, que nos hagan llegar sus comentarios. Nuestros informes por países ofrecen una visión detallada de los países objetivo específicos y sus mercados de seguros inclusivos, tal y como se destaca en nuestro Estudio anual sobre el panorama del microseguro.
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